viernes, 24 de abril de 2009

Retomamos después de una pausa este espacio de discusión sobre el sistema educativo nayarita. En alguno de los posteos hacía yo un llamado a los lectores para quien deseara mandar colaboraciones, fotos o videos sobre el tema que nos ocupa lo hiciera y con todo gusto lo publicaríamos.


Reitero la invitación a que hagan suyo Pizarrón, con firma o seudónimo, como lo prefieran. Les comento que ya el profesor Efraín Moreno Arciniega, director de proyectos educativos me tomó la palabra y mandó una provocadora colaboración a propósito de la prueba ENLACE y la incorporación de educación cívica y ética en la edición 2009 de dicha evaluación.

Bienvenidos de nuevo a Pizarrón y un abrazo. Les dejo al maestro Efraín
Jorge Aníbal Montenegro Ibarra.
SUPERMAN A GRUPO
Efraín Moreno Arciniega
Abril 2009

Como usted tal vez esté enterado, ya que por anuncios no ha quedado, del 23 al 29 de este mes de abril se aplicará la prueba Enlace a alumnos de primaria y de secundaria de todo el país; y obviamente pues allí está considerado Nayarit; ¡ah! Y también se contempla a estudiantes de preparatoria. Dado que este examen ha sido el parámetro con el que se está evaluando los avances de calidad que va teniendo el sistema educativo mexicano bien vale la pena hacer una brevísima reflexión en referencia a ello.

Me ha llamado la atención que con esta prueba primeramente se evaluó únicamente español y matemáticas; después se adicionó ciencias; y ahora la novedad consiste que se elimina ciencias pero se incluye la evaluación de la asignatura de Formación Cívica y Ética; y aquí sí que me quedé piense y piense. Y lo digo por esto:

Hace algunos años, digamos de 1985 a la fecha, en México surgió la idea, que no sé a quién se le haya ocurrido, de implementar la asignatura de valores sobre todo en proyectos de formación de maestros; y como aquí en nuestro país a veces se hacen cosas sin meditarlas mucho, pues ahí tiene que se implementó y listo, sin mayor discusión ¡a enseñar y aprender valores!

Tal vez usted tampoco haya meditado mucho esta cuestión; pero le comento, que partiendo del principio de que no se puede enseñar lo que no se sabe o lo que no se conoce; yo no sé quién sepa o conozca de valores para enseñarlos y si éstos se pueden realmente aprender. ¿Me comprende?

Trataré de darme a entender con esto último. Yo creo, que no se puede enseñar, por ejemplo, el idioma alemán si no se sabe hablar alemán; y que lo mismo acontecería con las matemáticas y con cualquier otra disciplina del conocimiento humano; tiene lógica esto, ¿verdad?
Nadie podrá enseñar a alguien a manejar un tractor si él no lo sabe manejar; por esto mismo es que nosotros nos planteamos, ¿habrá alguien que sea tan, tan virtuoso, que pudiera enseñar y por consecuencia los que quisiéramos aprenderíamos de él, los valores? Porque estamos hablando de una persona impoluta, respetuosa, decente, tolerante, democrática, plural, honrada, honesta, justa, incluyente, solidaria, generosa, vertical, valiente, etc, etc; estamos hablando de mucho, ¿no cree usted?

A lo más que encontramos sobre esto es a personas, y no sé de éstas cuántas sean maestros, que tienen algunas cualidades de las que aquí estamos señalando, pero nunca todas. Lo que sí es muy fácil, no sé qué opine usted, es encontrar personas con anti valores, es decir, muchos indecentes, ladrones, deshonestos, cobardes, antidemocráticos, autoritarios, excluyentes, egoístas, mentirosos, intrigosos, calumniadores, etc, etc. Por esto digo que me quedé piense y piense sobre este particular.

¿Cómo le irá a hacer la SEP para evaluar la asignatura de formación cívica y ética en esta prueba de Enlace si difícilmente tenemos maestros, por decir lo más, que tengan dicha formación para enseñarla? A menos que lo que se pretenda es hacerlo a través de un enfoque metodológico donde se parta de mostrar todos los anti valores a los alumnos para decirles que eso es lo que no deben hacer; sería más fácil ¿no lo cree?

El problema de si se pueden o no enseñar los valores fue planteado por Sócrates hace ya 2,500 años aproximadamente; o séase que esta discusión nueva, nueva no es; a los interesados les digo que lo pueden leer en los Diálogos de Platón quien fue alumno de Sócrates y que dicen que le transcribió algunos de éstos a su maestro, porque han de saber que Sócrates, según sus historiadores, nunca escribió nada, con el título del Menón o de la Virtud; y en donde el filósofo plantea lo que nosotros aquí hemos dicho, porque aunque usted no lo crea nos hemos fusilado aquí su idea, al fin y al cabo no somos los primeros que hacemos esto; y los valores, pues hay que se queden; porque ha de saber, que una cosa es tener la idea de lo que puedan ser las cosas, y otra es, practicarlas.

Por cierto que Sócrates concluye que la virtud no se puede aprender ni mucho menos enseñar, porque ésta no es una ciencia, ya que si así fuera, el mundo tendría muchos hombres y mujeres virtuosas, pero no es así; pone el ejemplo de su planteamiento diciendo que se puede ver como de un padre virtuoso no siempre se engendran hijos virtuoso; y viceversa. Concluyendo que el ser virtuoso es un don de Dios.

¡Ah! Por último; no estoy diciendo que no discutamos qué son los valores y cómo los podemos impulsar en nuestros educandos; digo, que el problema de su enseñanza y aprendizaje es un asunto muy complicado.
Por lo pronto el morbo me corroe por ver cómo la SEP va a evaluar la formación cívica y ética de nuestros alumnos; a lo mejor les preguntan qué hacer cuando hay un fraude electoral; siendo muy interesantes analizar las potenciales respuestas que presente Enlace; y el hecho de que de casualidad el alumno le atinara a la respuesta, todavía debe quedar claro que el problema aun no está resuelto porque el trecho es todavía largo; habría que ver si realmente el educando lo haría en la práctica; ya ven que Porfirio Díaz en su Plan de la Noria se le aventó a Juárez porque no estaba de acuerdo en que el Benemérito se reeligiera; y con el de Tuxtepec, también se le aventó a Sebastián Lerdo de Tejada por la misma razón; pero en cuanto llegó a la presidencia estos valores de democracia se le olvidaron y se reeligió como siete veces. Pero ahí la dejo por lo pronto.

jueves, 2 de abril de 2009

Tiendas escolares
Por Jorge Aníbal Montenegro Ibarra*

Recuerdo con irresponsable nostalgia aquellos cocteles de amibas que vendían en el recreo de las escuelas primarias Narciso Mendoza y Josefa Ortiz de Domínguez de Ixtlán en las cuales cursé mi educación primaria.

Los atentados al aparato digestivo, pero atractivos al paladar sin duda, consistían en tostadas de frijoles con col, sin desinfectar desde luego; duros de harina con cueritos de puerco y pico de gallo; tortas de algo que parecía lomo y una capa de crema comercial; palomitas de maíz empacadas con técnica casera, preparadas al menos tres días antes de su venta y refrescos gaseosos en presentación de hasta medio litro.

Reconozco que disfruté durante toda mi niñez tan desenfrenada dieta, semilla de los hábitos que hoy practico y de los riesgos que por ellos también corro. Tengo un sobrepeso de al menos 15 kilos y muy poca voluntad para remontarlo. En parte se lo debo a la cultura alimenticia imperante en mi época de niño, misma que se manifestaba en la escuela y desde luego en la casa. Es decir, los problemas de salud y obesidad de los adultos no son atribuibles exclusivamente a las escuelas, el hogar debe parte de esa factura.

No recuerdo una sóla ocasión que mi madre me hubiera reprendido por comprar chetos, gansitos o tropicana, nuestros padres asumían que estando empaquetado el producto garantizaba al menos higiene.

Esa cultura hoy ha hecho crisis convirtiéndose en un asunto de salud pública, por eso en todo el país es ya tema de agenda de prácticamente todos los gobiernos locales y en ese marco la escuela es fundamental para el diseño e implementación de políticas públicas en tal sentido.

En el tema de tiendas, además del problema de salud hay una discusión ineludible: la exigencia de mayor transparencia y rendición de cuentas claras a quienes operan tiendas y a los directivos escolares. Por eso se ha actuado en ambos aspectos, con errores desde luego, pero con la clara intención de abrir las tradicionales cajas negras, escondidas a los ojos ciudadanos.

En ese sentido los invito a que visiten el sitio www.sepen.gob.mx/tiendas para que observen los recursos que cada escuela ha recibido por ese concepto. Se ha avanzado considerablemente en romper con los ilegítimos acuerdos, por debajo de la mesa, entre algunos directivos y los encargados de tienditas, aunque desde luego falta avanzar en eso y en eficiencia administrativa de parte de la autoridad.

Si por avanzar en transparencia, rendición de cuentas y cuidado de la salud de los niños se nos enojan algunos, ni modo. Ya se les pasará.

Un abrazo